En general, cuando hablamos de desarrollo del lenguaje, de rehabilitación del habla, de la voz y la comunicación en su más amplio aspecto, suena a términos reservados solamente para el período de la infancia. Pero en realidad el desarrollo es continuo a lo largo de toda la vida.
A través de los años, vamos adquiriendo conocimientos, sabiduría y experiencias. En paralelo, aparece el desgaste, la debilitación y las pérdidas. Y en la última etapa de la vida, las alteraciones de voz, audición, habla y lenguaje no se suelen atender, si es dificíl la recuperación total.

 Por eso en la vejez se deben plantear otros objetivos encaminados a mejorar la calidad de vida a través de una mayor prevención y diagnóstico temprano en las alteraciones.

En las enfermedades patológicas asociadas a la edad (afasias y demencias), el lenguaje queda afectado. Así, algunos de los síntomas principales de la afasia son: incapacidad de articular ciertos sonidos o palabras, dificultad para denominar objetos, expresiones automáticas con o sin significado, incapacidad para reconocer objetos, lugares o ruidos, y alteración de los gestos y la coordinación motora.

Un ejemplo muy común es el de las afasias, trastorno del lenguaje ocasionado por una lesión cerebral, en una persona que previamente hablaba y se comunicaba con normalidad. Y una buena reeducación por parte del logpeda puede, no sólo frenar el deterioro de todas estas áreas sino también mejorar y potenciar lo mejor de nuestra manera de comunicar. Pues lo importante no es cuánto tiempo vivimos, sino cómo lo vivimos.

Azahara Moreno Sánchez
Logopeda Nº Colegiado 46987