Por Guacimara Artiles Nolasco, logopeda, Col. nº 46988.

Muchas veces las logopedas nos encontramos con familiares que acuden a nuestra consulta un poco desorientados porque, aunque el pediatra les "ha quitado hierro al asunto", ven que el desarrollo lingüístico de su hijo se ha estancado o no ha avanzado como ellos creían que debía hacerlo.
O el caso contrario... El pediatra da la voz de alarma y los papás acuden un poco por "obligación" pero, no ven la prioridad de intervenir con su hijo porque "la vecina del cuarto comenzó a hablar a los 5 años y no le pasó nada", o bien "el niño del compañero del trabajo también era igual y ahora habla como una radio". Apuntan ellos, como argumento concluyente.
Cierto es que, cada desarrollo va a su ritmo y que cada niño es un mundo... pero nosotras como profesionales sanitarios debemos informar de forma correcta ante esta situación.
Cuando se prolonga en el tiempo el temible "ya hablará" y se dejan pasar meses, e incluso años antes de comenzar con la logopedia, lo único que estamos haciendo es empeorar la situación de frustración y ansiedad en el niño puesto que, cuando comience la intervención deberá abarcar más cosas y en menos tiempo de maduración. Por ejemplo: el niño que presenta un retraso del lenguaje con 2 años y medio, comienza la intervención logopédica. Los hitos u objetivos que debe alcanzar (emitir 25-50 palabras, usar frases de dos elementos) serán menores que, un niño que tiene 4 años recién cumplidos, cuyos papás estaban esperando a ir al logopeda, después de que el niño acudiera al colegio porque allí seguro que "espabilaría". Ahora los objetivos que debe alcanzar son bastante mayores (emitir 600 palabras, usar frases más complejas, debe conjugar verbos de forma adecuada, además de articular los fonemas de forma adecuada, entre otros).
El desarrollo lingüístico en estas edades es tan significativo, que en cuanto veamos que algo no va como nosotros creíamos que debería acontecer como padres, lo adecuado es consultarlo con un profesional sanitario que nos preste apoyo o nos dé tranquilidad ante la situación.
Nosotras, como logopedas siempre hacemos una valoración individual, personalizada y observamos el desarrollo de forma conjunta. Le prestamos asesoramiento a las familias y recalcamos la importancia de un diagnóstico precoz y los beneficios de comenzar con atención temprana lo antes posible.
¿Te encuentras en la misma situación o conoces a alguien que lo está? No dudes en contactar con un logopeda.