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LA FIGURA DEL NEUROPSICÓLOGO

Jueves, Mayo 11, 2017

Un Neuropsicólogo es un Psicólogo en formación que se especializa en la comprensión de la relación entre la conducta y el funcionamiento cerebral.

Cada uno de nosotros cuenta con una serie de capacidades (cognitivas, funcionales, motoras, emocionales y psicosociales) que nos permiten nuestra adaptación al entorno y dar respuesta a las exigencias de éste.
Cada una de ellas, tiene un papel específico en dicho proceso de adaptación. Por ejemplo, gracias a las capacidades motoras podemos caminar, comer, realizar cualquier tipo de acción que implique movimiento, de una forma coordinada. En el caso concreto de las capacidades cognitivas, éstas nos permiten llevar a cabo actividades tales como reconocer a las personas que nos rodean, imaginar lo que voy hacer mañana, o recordar lo que hice el día anterior. Sin embargo, una afectación en el Sistema Nervioso Central puede provocar lesiones en cada una de estas capacidades, llegando a afectar a la manera en la que uno piensa, siente o actúa.

Cuando nos encontramos con un paciente con algún daño en su funcionamiento cerebral, derivado de una enfermedad neurodegerativa, un accidente cerebrovascular o un traumatismo craneoencefálico, el Neuropsicólogo valora no sólo cómo esa enfermedad ha afectado a la capacidad de recordar información, a la capacidad de concentración o incluso a la capacidad para orientarse en espacios, sino también valora cómo ha afectado esa enfermedad a sus actividades de la vida diaria o incluso a sus actividades instrumentales.

Con la valoración del Neuropsicólogo lo que se pretende es determinar qué dificultades podría haber y cómo de graves son.

Los objetivos de la Evaluación Neuropsicológica son múltiples.
Entre ellos se pueden destacar los siguientes: contribuir hacia un diagnóstico precoz, tratar de determinar qué enfermedad neurodegenerativa presenta, ayudar en el diagnóstico diferencial,... todo ésto se consigue extrayendo aquella información relevante para explicar cómo la presencia o ausencia de funcionalidad en el cerebro provoca una sintomatología u otra y cómo las dificultades que refieren los pacientes afectan en su vida diaria.

No nos podemos olvidar de la imporancia de realizar una valoración de seguimiento con el fin de ver cómo ha evolucionado esa enfermedad en el tiempo y así poder encaminarnos hacia un tratamiento que mejore y potencie las capacidades cognitivas que se mantienen conservadas, frente a aquellas que presentan un rendimiento más bajo, de esta manera se busca el mejor método de trabajo posible.

Teresa Melián Hernández - Neuropsicóloga y Psicóloga Nº Colegiada 1384

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