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En España hay más de dos millones de personas mayores de 65 años que viven solas. De estas, más de 850.000 tienen 80 años o más. El confinamiento por coronavirus puede provocar ansiedad y depresión en la población en general, pero de manera más significativa en personas mayores en hogares unipersonales. La disminución significativa de las actividades y rutinas cotidianas, una baja estimulación sensorial y una disminución del contacto social pueden alterar su estado de ánimo.
Estamos viviendo una situación de excepcionalidad: la pandemia del COVID-19, generada por el coronavirus requiere de unas medidas drásticas para frenar la propagación y evitar el colapso del sistema sanitario. Estas indicaciones han de cumplirse, para proteger a uno de los colectivos más vulnerables, como son las personas mayores.
El día a día de confinamiento de una persona mayor puede resultar más llevadero si se llevan a cabo unos horarios y unas rutinas. El confinamiento conlleva quedarse en casa y no poder continuar con las rutinas habituales como pueden ser asistir al centro de día, a pasear, a comprar, a recibir visitas de familiares y/o amigos...
Por ello, ahora necesitamos crear nuevas rutinas: realizar actividades cognitivas en casa, apoyo en las tareas domésticas, escuchar música, atender los cuidados de las plantas, cocinar...El orden del día y a día y el mantenimiento de un cierto horario proveerán a la persona mayor de un marco de referencia. Las tareas domésticas, más allá de ayudar a mantener la mente ocupada, son también un ejercicio físico, hacen que la persona se mueva por la casa y se reactive su circulación. Para contribuir a mantener la salud en general, es recomendable caminar a diario, en la medida de lo posible, por los diferentes espacios de la casa.
Y, sobre todo, evitar una exposición excesiva a la información sobre el coronavirus. Es correcto mantenerse informado, pero hay que elegir los medios adecuados con información contrastada y reservar unos momentos concretos para hacerlo. Es muy importante saber desconectar de las noticias.
Mantener la comunicación con familiares y amigos es fundamental. Ya sea por teléfono o videoconferencia. Hay una parte importante de la población mayor, casi el 50% de los mayores de 65 años, que tiene acceso a internet en sus hogares, en la mayoría de los casos, a través del móvil.
Teresa Melián Hernández
Psicóloga especialista en Neuropsicología Clínica
Col. nº: P-1384
Estamos viviendo una situación de excepcionalidad: la pandemia del COVID-19, generada por el coronavirus requiere de unas medidas drásticas para frenar la propagación y evitar el colapso del sistema sanitario. Estas indicaciones han de cumplirse, para proteger a uno de los colectivos más vulnerables, como son las personas mayores.
El día a día de confinamiento de una persona mayor puede resultar más llevadero si se llevan a cabo unos horarios y unas rutinas. El confinamiento conlleva quedarse en casa y no poder continuar con las rutinas habituales como pueden ser asistir al centro de día, a pasear, a comprar, a recibir visitas de familiares y/o amigos...
Por ello, ahora necesitamos crear nuevas rutinas: realizar actividades cognitivas en casa, apoyo en las tareas domésticas, escuchar música, atender los cuidados de las plantas, cocinar...El orden del día y a día y el mantenimiento de un cierto horario proveerán a la persona mayor de un marco de referencia. Las tareas domésticas, más allá de ayudar a mantener la mente ocupada, son también un ejercicio físico, hacen que la persona se mueva por la casa y se reactive su circulación. Para contribuir a mantener la salud en general, es recomendable caminar a diario, en la medida de lo posible, por los diferentes espacios de la casa.
Y, sobre todo, evitar una exposición excesiva a la información sobre el coronavirus. Es correcto mantenerse informado, pero hay que elegir los medios adecuados con información contrastada y reservar unos momentos concretos para hacerlo. Es muy importante saber desconectar de las noticias.
Mantener la comunicación con familiares y amigos es fundamental. Ya sea por teléfono o videoconferencia. Hay una parte importante de la población mayor, casi el 50% de los mayores de 65 años, que tiene acceso a internet en sus hogares, en la mayoría de los casos, a través del móvil.
Teresa Melián Hernández
Psicóloga especialista en Neuropsicología Clínica
Col. nº: P-1384
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